La importancia de digitalizar un negocio tradicional

lun, 25 de enero de 2021
En los tiempos que vivimos, cualquier empresa que no esté presente en el mundo digital parte con una gran desventaja respecto a sus competidores. Aún así, a día de hoy todavía existen negocios tradicionales que no podemos encontrar en internet y que son invisibles en las redes.

Algunos de estos negocios o empresas forman parte de sectores muy tradicionales que muchas veces se niegan a adaptarse al cambio y quieren seguir haciendo lo que han hecho durante toda su vida, creyendo que las novedades tecnológicas o los avances digitales no van con ellos y que no tienen porque preocuparse.

A lo largo de la historia se ha podido comprobar que quién ha prosperado han sido las distintas generaciones que se han ido adaptando a los cambios y evolucionando su forma de pensar y ver la vida. Y es que igual que en la segunda mitad del siglo XVIII tuvo lugar la revolución industrial, que trajo consigo grandes cambios que revolucionaron el mundo tal y como lo conocíamos hasta entonces, a día de hoy estamos inmersos en otra gran revolución, la del mundo digital y la industria 4.0.

La digitalización afecta a todos los sectores

La digitalización o la revolución de la industria 4.0 nos afecta a tod@s y a todos los sectores, desde grandes compañías hasta pequeños empresarios y empresarias autónomos. Es cierto que no afecta a todo el mundo en la misma medida, ya que seguramente una gran empresa dedicará sus mayores esfuerzos en digitalizar complejos procesos de sus cadenas de suministro, por ejemplo. Mientras que un pequeño empresario se centrará en diseñar y abrir al público una página web lo suficientemente atractiva como para cautivar a los mejores clientes potenciales del mercado.

Pero, en definitiva, la digitalización es cosa de tod@s. Y es que a día de hoy un negocio que no sea visible en internet o en las redes es prácticamente invisible a nuestros ojos. Este concepto va ganando importancia a medida que pasan los días, y la pandemia mundial en la que estamos inmersos acelera este proceso.


Son muchas las personas que realizan pedidos de cualquier tipo por internet, ya sea comida, ropa, regalos o cualquier otra cosa, todo llega a nuestras casas en apenas unas pocas horas. Además, según un estudio de la empresa canadiense Hootsuite, un usuario que tiene acceso a internet está conectado una media de 6 horas y 43 minutos diarios, ya sea a través de un ordenador, móvil o tableta.

Este último dato refleja claramente que internet y las redes sociales son, a día de hoy, el principal lugar en el que captar clientes potenciales para cualquier tipo de negocio. Y es que de poco le sirve ya a un negocio tradicional colgar un cartel de promociones o ofertas en su local físico, teniendo en cuenta que si hiciese el mismo cartel en formato digital y lo publicase en las redes sociales podría verse en prácticamente todo el mundo y tener una repercusión millones de veces más grande que la que tendría en su formato tradicional.

Digitalizar un negocio tradicional

Tal y como veníamos comentando, los avances tecnológicos no afectan en todos los sectores por igual, pero todos y cada uno de ellos deben adaptarse al mundo digital para sacar el máximo provecho respecto a sus competidores.

El poder realizar promociones, ofertas o estar atento a las necesidades de los clientes es algo que las redes sociales y el mundo digital facilitan en gran medida. En ese sentido, un negocio tradicional que quiera avanzar, crecer o simplemente no perder a sus clientes deberá adaptarse a los cambios que van llegando.

A día de hoy cualquier empresa necesita tener una página web, un simple correo electrónico o una red social en la que conectar con sus clientes a cualquier hora y cualquier momento. Ni que sea un pequeño comercio de barrio, siempre podrá contactar con todos sus clientes para hacerles llegar cualquier tipo de oferta, promoción o comunicado de forma rápida y sencilla.


Digitalizar un negocio tradicional en la mayoría de casos no significa cambiar un modelo de negocio que lleva años funcionando bién, sino que simplemente le podemos añadir complementos que hagan que el negocio vaya mejor, como por ejemplo una simple página web o tener presencia en alguna de las redes sociales que sepamos que utilizan nuestros clientes.

Crear un perfil empresarial en Instagram o Facebook es una tarea sencilla que tod@s podemos llevar a cabo y que nos acercará a nuestros clientes más de lo que lo estábamos hasta ahora. Además, en la época en la que estamos es primordial poder comunicarnos fácilmente y rápidamente ya que las medidas de sanidad hacen que quizá no podamos salir como estábamos acostumbrados.

En definitiva, el mundo digital trae consigo grandes ventajas que los negocios tradicionales deben aprovechar, desde crear una página web para tener presencia online y ser conocidos en internet, a crear un perfil en una red social o a vender artículos en cualquier lugar del mundo a través de una tienda online. Son muchas las posibilidades que existen y debemos entender bien cómo aprovecharlas para sacar el máximo partido a nuestro negocio o empresa.